martes, 18 de agosto de 2009

Capítulo 3

Bella, Edward y yo seguimos dando vueltas por el centro de Forks y yo seguía dándole vueltas a lo que había dicho Edward. No entendía eso de que era igual que Bella; vale que éramos primas y que algunas semejanzas teníamos, pero decía que yo era igual que Bella con una frustración y con un desdén que me irritaba un poco al no saber a qué se refería.
Bella se casaría en tres días y durante esos tres días iba a ayudarla junto con nuestras madres y la hermana de Edward, Alice, a los últimos preparativos matrimoniales. Cuando acabaron de hacerme la ruta turística por el pueblo volvimos a casa de Charlie para que Bella hiciera un pequeño bolso para pasar unos días en el hotel conmigo antes de la boda y para la tan deseada despedida de soltera. Charlie no estaba y Edward y yo nos quedamos en la cocina mientras éste preparaba unos sándwiches para Bella y para mí, él decía que no tenía hambre.
- Bueno, ¿y qué te ha parecido Forks Shasha? ¿Está muy cambiado de cuándo eras niña?- Me dijo Edward, tan sólo para entablar una conversación.
- Bueno, lo recuerdo algo borroso, pero mucho no ha cambiado, al menos lo que hemos visto del centro hasta ahora. Y la casa de Charlie sigue igual – le dije amable.- Edward, ¿te puedo preguntar una cosa?
- Sí claro, dime.
- Antes me quedé algo preocupada con un comentario que hiciste mientras tomábamos unos helados, ¿recuerdas?
- Sí, obviamente lo recuerdo. ¿Qué te preocupa lo que piense de ti mientras le comentabas a Bella tu relación con Bill Compton o justamente tu relación con Bill Compton? – Me dijo con retintín.
- ¿Cómo? ¿Con Bill Compton? ¿Mi relación? – Estaba estupefacta, pues no entendía qué tenía que ver Bill con Edward, y también porque yo no tenía ninguna relación con Bill.
- Lo siento, pero ¿no eres pareja de Bill Compton? – Dijo frunciendo el ceño.
- No Edward, lo conozco de un día, unas horas estupendas que pasé a su lado, un hombre encantador, amable y con el que no te aburres para nada. ¿Conoces a Bill? ¿Debería saber algo importante de él?
- Sí, lo conozco. Es conocido de la familia de hace muchos años. Y sólo decirte, que si quieres conservar tu humanidad, tan sólo aléjate de él – dijo muy seguro.
- ¿Por qué debo de alejarme de él? Yo estaré con quien yo quiera. ¿Quieres decir que es peligroso? – Le dije desesperada.
- Sí, es peligroso, tan peligroso como yo. Así que no cometas el mismo error que tu prima Bella, no seas igual que ella – dijo Edward, acabando su comentario en bajo mientras Bella bajaba las escaleras.


Después de salir de casa de Charlie, Edward nos llevó a mi pensión, donde Bella se alojaría conmigo. Mientras Bella se despedía románticamente de Edward, abrí mi portátil, conecté internet y miré mi correo. Sí, tenía correo de Bill… Cuánto más me acordaba de Bill, más se manifestaba. Si era amigo o conocido de la familia Cullen, ¿asistiría a la ceremonia? ¡Ojalá que sí! – pensé emocionada. Tenía ganas de verlo, de saber cómo estaba, de saber si se acordaba de mí sobretodo.
- ¿Tienes correo de Bill? – Me dijo Bella dándome un golpito en la espalda, de graciosita.
- Sí. Pero no quiero abrirlo… - dije dudosa.
- ¿Y por qué no? ¿Te lo abro yo?
- No, no hace falta. Yo sé utilizar el ordenador primita – le dije riendo. – Bella… ¿Edward te oculta cosas? – Le dije, empezando a sincerarme.
- Edward no, desde que empezamos nuestra relación es muy sincero, se abre fácilmente hablando de sus sentimientos, ¿por qué lo preguntas?
- Es que me dijo algo de Bill, algo que dijo que él se parecía, pero no lo entendí. ¿Sabes si es sincero contigo en todos los sentidos, es decir, aparte de sus sentimientos?
- Sí Shasha… - dijo pensativa. En seguida se levantó y se sentó encima de su cama con su bolso, rebuscando dentro de él.
- Mira, ven Shasha… - me dijo Bella dando golpitos en la cama para que me sentara a su lado.
- ¿Qué pasa? ¿De qué es ese libro? – Le dije, mientras me daba un libro antiguo.


- Este libro me lo dio Carlisle, para que supiera más sobre ellos – me dijo, mientras señalaba una línea de la portada donde ponía vampiros.
- ¡¿Vampiros?! – Dije entre horrorizada asustada y queriendo saber a qué quería llegar mi prima.
- Sí, vampiros. Ellos, los Cullen son vampiros.
- ¿Y tú? ¿Por eso te casas con 18 años Bella? ¿Pero si vi a Esme y a Edward bajo la luz del día? No entiendo nada… - dije frustrada.
- Yo no soy vampiro, ya me gustaría Shasha… Por eso me caso con Edward… Si me voy a morir a algún día no quiero ir al cielo sin Edward, así que decidimos convertirme en vampira después de casarme… Edward nunca ha estado de acuerdo, pero su familia sí. Su familia no son los típicos vampiros que se alimentan de la sangre humana, ellos son “vegetarianos” en ese sentido… No quieren ser crueles, son vampiros buenos desde que son Cullen. Es decir, se alimentan de sangre animal, cazan por el bosque y se alimentan de ello, aunque nunca estén satisfechos del todo, pero les gusta vivir así, pasar desapercibidos como unos humanos más – me explicó Bella, aunque aún estuviera asimilando tan sólo la palabra vampiro. – Shasha, ¿estás bien? Te veo un poco pálida.
- Sí, estoy bien… Tan sólo asimilando. ¿Te puedo hacer una pregunta? –Bella asintió.- ¿Edward ha querido morderte alguna vez?
- Sí, pero se ha controlado… Eso le pasa cuando se excita conmigo – dijo vergonzosa.- Así que también planeó, sin mi consentimiento, el mantener relaciones conmigo después del matrimonio, como un buen puritano. Más bien, porque así estaría con el tiempo más preparado y porque eso se relaciona más con su alma y su humanidad. Él piensa que, desde que Carlisle le convirtió cuando se estaba muriendo por la gripe española cerca de la década de los 20, perdió su alma y su humanidad, pensando que es un monstruo por ser como es.
- ¿Y eso es verdad? ¿Perdió su humanidad?- Pregunté interesada.
- Él dice que sí. Pero Carlisle, como yo, piensa que no… Y en los libros opinan lo mismo que Carlisle. Es que hay de todos, vampiros buenos, como los Cullen, vampiros malos, como dos que me atacaron una vez, y vampiros que les dan igual los humanos, porque se alimentan de sus parejas vampiras.
- Pues mira que sabes mucho Bella –le dije ya relajada y riéndome. –Yo es que ni sabía de su existencia. ¿Y tú, serías como los Cullen? ¿Te alimentarías de sangre animal?
- ¡Claro que lo seré! No quiero ser un monstruo y que me odien. A principio, durante unos pocos años, sería neófita, una vampiro incontrolable. Me moriré por la sangre humana y ni podré acercarme a ningún humano, porque sino la liaría gordísima – dijo riendo e imaginando cómo sería su nueva vida.- Bueno, relájate, toma ese libro sobre la especie y léelo. Quiero que respondas a Bill el correo, a no ser que sólo lo leas y que antes de que vayas a la cama, me cuentes. Yo voy a dormir, que estoy cansadísima – me dijo mientras bostezaba.
- Vale señorita. Haré todo lo que me diga – mierda, ya estaba dormida.
En lo que quedó de noche me relajé un poco mientras me leí entero el libro que me había dado Bella. Ahora lo comprendí todo. Era un poco difícil de entender y de acordarse de todo, pero sólo iba a tener a alguien cercano quien sería de esta especie. Después me dispuse a encender el portátil y abrir el correo, y leí. Ahora tenía dos correos de Bill. El primero mensaje enviado decía así:
*Hola querida Shasha. Soy Bill Compton. ¿Me recuerdas? Porque yo a ti sí.
Disculpa mi ausencia durante estas semanas pero he estado fuera de la zona de Baton Rouge y no soy muy asiduo a estos medios de comunicación. Espero que te lo estés pasando muy bien durante tus vacaciones en Seattle, yo estaré unos días cerca de esa ciudad, en el mismo estado.
No creas que me olvidé de la pregunta indirecta que me dejaste caer en tu correo. A mí me encantaría quedar contigo, sí en una cita, y conocerte mucho mejor. Me gustas Shasha, pero para estar conmigo debes pensártelo dos veces, preciosidad.
Cuando volvamos ambos por las zonas de Baton Rouge, quedaremos te lo prometo.
Con esto me despido, espero tener noticias pronto de ti y poder verte. Ya no repetiré más mi cordial saludo, porque pienso que sonaba estúpido, y ahora lo repetiré por:
Muchos besos y abrazos, Shasha. Bill*.
Esos muchos besos y abrazos me gustan más Bill. Mmmm qué ganas de ver a ese hombre – pensé. Pero Bill debía saber que yo sabía que él era amigos de la familia Cullen, que los conocía, que iba a ser prima de Bella. Así que le contesté al mensaje diciéndole que lo sabía todo, que Edward me dijo que tuviera cuidado con él pero no sabía por qué, tan sólo me dijo que eras peligroso cómo él. Que me debía algunas respuestas a mis preguntas mentales. Y yo que también tenía muchas ganas de verlo ya que cada dos por tres me acordaba de él.
Cuando me dispuse ir hacia la cama, me acordé que tenía un correo de Bill mucho más reciente, así que abrí de nuevo el portátil y lo leí.
*Shasha, acabo de hablar con un amigo que te conoce. Edward Cullen, el chico que se va a casar con tu prima Bella. Yo también me estoy alojando en una pensión en Forks, en la carretera comarcal. A pesar de lo que te haya dicho Edward yo no voy a hacerte daño, tengo mi humanidad, estando a tu lado la siento más cercana, me siento vivo. Shasha, he probado la sangre humana en mis principios de vampiro pero por necesidad, nunca haciendo daño a nadie; pero hace cerca una década que no la pruebo, sino me abstengo bebiendo un preparado de sangre que se comercializa. Shasha, estoy desesperado no quiero alejarme de ti. Un abrazo, Bill*.
¿Qué Bill es vampiro también? - pensé en un estado de shock.
- Acabo de enterarme del mundo de los vampiros y ya conozco a demasiados. Ahora Bill también es uno de ellos – dije en voz alta y petrificada en la silla. Bella se despertó.
- ¡Ups! – Se quejó.
- ¿Ups? ¿Ups qué, Bella? ¿Lo sabías? ¿Sabías que Bill era vampiro? – Le dije lentamente y acercándome a su cama.
- Sí. Por eso te llené la cabeza del mundo de Edward y por eso te di el libro, para que estuvieras preparada. Yo no puedo ir diciendo por ahí que mi novio es un vampiro, sino los vampiros poderosos me destruyen, así literalmente – se explicó.
Me vestí con cualquier cosa, me abrigué y me puse mis zapatillas deportivas. Iba a ver a Bill a la pensión de la carretera comarcal.
- ¿A dónde vas Shasha? Es muy tarde.
- Pero nunca es tarde para un inmortal, ¿no?
- ¿Vas a ir a ver a Bill? No debería meterme en esto, pero te acompañaré, porque no conoces el pueblo bien y porque, como prima y amiga tuya que soy Shasha, debo apoyarte. Y quien mejor que yo que también he sufrido esto – dijo Bella decidida.
Salimos de la pensión y nos dirigimos caminando hacia la carretera comarcal. Estaba muy fría y oscura la noche. Bella me había dicho que la pensión estaba escondida entre pinos del bosque colindante a la carretera, así que observamos bien… hasta que nos llevamos un buen susto. Era Alice. Apareció de la nada y saltó hacia nuestro lado como si hubiera venido volando. Asombroso.


- Os he visto chicas – dijo Alice.
- ¿Vernos? – Dije extrañada.- ¿Tenemos cámaras diminutas ocultas en las ropas o bolsos?
- No Shasha. Alice es una especie de vidente. Ve el futuro que toman las personas, a no ser que éstas decidan lo contrario- dijo Bella, mientras Alice se reía. Una risa muy musical.
- Sí Shasha, veo el futuro como una brujita. Es mi don. Al igual que mi hermano Edward lee los pensamientos de los demás.
- ¿Que Edward qué? O sea que ha estado leyéndome el pensamiento todo el rato.
- No prima, eres como yo. No puede leerte el pensamiento. Soy media rara, pero eso es bueno.
Mientras seguíamos hablando entre las tres, encontramos la pensión. Alice la conocía bien. Ya que ahí se solían quedar unos amigos de la familia, procedente de Alaska, que eran vampiros “vegetarianos” como ellos. Entramos en la recepción donde al lado hay un piano-bar llena de gente. Supongo que eran vampiros, porque a estas horas de la noche y en este pueblo, la gente no trasnocha tanto. Pregunté por la habitación de Bill Compton y me dijeron que estaba prohibido dar informaciones de los clientes. Le dije si podía llamar a la habitación y dar mi nombre. Así lo hizo. En menos de un minuto, estaba Bill en hall.
- ¡Shasha! – Dijo mientras me abrazaba.
- ¡Bill! ¡Cuánto me alegro de verte!
Alice y Bella me miraban de arriba a abajo.
- Perdonarme – dije riendo, ya que me había olvidado de ellas al ver la cara de Bill.- Este es Bill Compton. Bill ellas son Alice Cullen y Bella Swan.
- A Bill ya lo conocía Shasha – dije Alice riendo.- Es amigo de la familia.
- Es verdad, me lo había dicho Edward- dije recordándolo.
- Así que tú eres la humana que ha conquistado al solitario de Edward. ¡Eres tan guapa como tu prima Bella! Aunque Shasha, discúlpame, lo es más –dijo Bill poniéndome ojitos y haciéndome ponerme roja como una condenada.
- Bueno chicos, os dejo solo, para que podáis hablar –dijo Alice guiñándome un ojo. – Shasha, llevo a Bella a la pensión y me quedo con ella hasta que regreses, ¿vale?
- Ok Alice- le dije despidiéndome de la dos.- Gracias chicas.

Estuve con Bill casi toda la noche, en el bar de la pensión. Hablamos de nosotros, pero sobretodo de él, de su especie y de su transformación, la cual me pareció muy cruel por el simple capricho de una vampiro muerta de sed. Cerca del amanecer Bill me dijo que tenía que acostarse, pues él no era de la misma especie que la de Edward, que brillan bajo la luz del sol, sino que él era como los míticos vampiros de las películas de terror, de esos que se queman bajo la luz de sol.
Lo acompañé hasta su habitación y entré con él.
Vamos Shasha, no va a pasar nada malo. Él es bueno y tú vas a pasar la mañana con él, abrazada y acurrucada a su hermoso cuerpo. ¡Adelante! – Me dije y me senté en la cama.

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